HBO nos trata de tontos.

La puñetera manía de querer mejorar las cosas y de hacerlas para todos los públicos tratando a la gente de tonta, queriendo hacer comercial lo que ya lo era, pensando que el público medio no es capaz de sintetizar ni de comprender su propio idioma o que no es capaz de comprender sus propias experiencias o de sentirse reflejado en un arquetipo que es humano y no marciano.

Ahora los listos de HBO, que han hecho cosas chulas pero que a fin de cuentas son "americanos", ese país tan humilde que se autodefine como todo el continente ( ¿qué pasa? estos son mis huevos morenos). Pues lo que iba diciendo ahora han tenido la santa idea de "adaptar" preferiría decir destrozar, la maravillosa serie o película, depende de cómo la vieras, Secretos de un Matrimonio, del genio, con todas las letras y sin duda,  Bergman. Pues eso, parece que han tenido que adaptarla para tontos, porque para ellos eso somos todos, tontos que pagamos su cuota mes a mes y nos tienen que explicar las cosas como si viniéramos de Andrómeda. 

Para colmo es una historia por la mayoría de personas, que no sean una planta, vivida. Ojalá la hubiera visto con 20 años, me hubiera ahorrado ser más cutre de lo que he sido la mayor parte de mi vida en esto de tener pareja, por suerte y por intuición, algunas de las etapas me las ahorré, pero todas las que incluyen al macho narcisista las cometí todas.

Es una película impecable, donde aparece el ser humano y el amor atrapado en la convención del matrimonio, de la única manera posible de ser entendido y plasmado con las cualidades de un genio como Bergman. Realmente después de verla te das cuenta que no hay otra posible, eso es la vida y esa es nuestra idea del matrimonio, punto pelota, HBO no tiene nada que decir o aportar a esas ideas, pero claro, como presuponen que somos idiotas, lo han de ambientar en su país porque no pueden haber otras localizaciones que no sean las suyas, al igual que sus actores y sus famosos actuales, porque los pobres espectadores no podemos comprender a un hombre y a una mujer en una pantalla si no son famosos. 

Es vergonzoso que pretendan tocar una obra como esa y es vergonzoso que nosotros la veamos ignorando a la otra obra maestra, una película que te deja realmente torcido y que muestra la trastienda, el cartón, el decorado, la falsedad de la convención del matrimonio y donde al final comprendes que el amor esta fuera de la convención y que solo lo encontrarás fuera de verdad.

Para colmo, me repateará si lo convierten en un discurso moralista y revierten lo que cuenta Bergman, voy para allá y quemo la tele, me hecho bicarbonato en los ojos. Por suerte no la veré jamás y no tendré qué hacer eso con unas de mis partes preferidas de mi cuerpo.

Viva el amor fuera de la convención, viva la inteligencia.