Tortuá.

Menuda siesta de grupo que han sido toda la santa vida Tortoise, ya desde el nombre del grupo. Un grupete de super sabios de la música que en la mayoría de los casos suenan a música de ascensor de los grandes almacenes del futuro, que serán las galerías de arte cuando ya, al fin, vivamos en los Juegos del Hambre y nos matemos entre nosotros a cambio de criptomoneda y obras de Jeff Koons.

Rock de Lux los eligió disco del año con aquel de la portada de los peces que era una brasa que solo servía para dormir, para hacer yoga o para sentir menos dolor en el fisioterapeuta. puesto numero uno que compartieron con el Roots de Sepultura, otra brasa sin nombre y al mismo nivel de pretenciosidad. Ese año a Rockdelux se les fundió un plomo. 

Ahora ya ha pasado mucho tiempo y se puede decir, vaya mierda de discos, sobre todo el de Tortoise, pero como se supone que son todos músicos super dotados y que venían de bandas de culto, pues nos tragamos la tabarra esa que nos daban, puro chusco seco de pan con un triste cuadradito de chocolate Milka. 

Lo más triste de esta molestia sonora, que es como un mosquito que nunca te acaba de picar ni tu lo puedes matar, es que todos hacíamos ver que nos encantaban, de ahí lo de no poderlos matar,  en gran medida, porque Rockdelux dictó sentencia sobre el grupo y así lo quiso Dios. 

Una vez los fui a ver a la sala Bikini y en pocos conciertos me he aburrido tanto, se supone que es un grupo basado en la percusión y es un muermo, tiene más ritmo una máquina de coser, incorporan melodía que no transmite ninguna emoción y se supone que tienen un carácter experimental, que aparte de ser repetitivos como el ajo e introducir algún ruidito que podría sonar a Kraut Rock, no tienen absolutamente nada más, si no son minutos de sobra en sus canciones que son tan largas que se te olvida que las estás escuchando. En el concierto me dio tiempo a repasar todas las cosas que tenía que hacer al día siguiente y resolver un enigma sentimental sobre mi novia de entonces que llevaba una semana sin hablarme

Para colmo, las portaditas de sus primeros discos, las hacían muy bonitas y de cartón. Supongo que era un mensaje inconsciente por miedo a que se les viera el cartón de verdad, por eso de la predicción autocumplida.

Por suerte ¿quién se acuerda de Tortoise? Esa banda pretenciosa, con nombre en ¿Francés? ¿Tortuga? ¿qué mierda es esa? Recuerdo a un amigo referirse a ellos con acento francés y llamarles "Tortuá" Creo que está última anécdota lo resume todo a la perfección. 

Comentarios

  1. No estoy conforme. Tortoise (los pronunciaremos así siempre porque así suenan a nuestros, a descubrimiento hecho propio con esfuerzo, ganas y disfrute) porque a finales de los 90 ni siquiera sabía lo que era un hipster ni mucho más la modernidad, pero sí lo que hacían juntando música a descubrir de muchos estilos como ambient, dub, jazz 70s o post-hardcore y dárnosla en clave inquieta y experimental, tan sencilla como deliciosa lo apreciaba yo. Una aventura la de este y su primer disco, siempre presentes en mi rinconcito de sorpresas claves en educación y avance musicales.

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  2. Gran parte de razón si tienes. Tambien te digo que recuerdo un primavera en el auditori que fue la leche la verdad. Aunque el de la bikini y otro del palau fueron un puto coñazo

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