Olvidar y caminar.


La realidad es un cuento que te explicas a ti mismo para poder entenderla, es una pequeña historia donde buscas que todo encaje y tenga un sentido, ese es el origen de la narrativa, la búsqueda de sentido a todo este sinsentido, el sentido al absurdo. 

Es muy difícil vivir sin sentido, para unos más que para otros, para los que menos sentido le vemos, la salida es escribir ese relato, cada vez más largo y complejo y conseguir que todo vaya encajando, en un sentido universal donde todo flote en equilibrio. Esa investigación en la búsqueda del contenido de tu historia, revela muchas veces cosas peores que el propio absurdo y ves lo que no te gustaría haber visto jamás, y te hundes, caes en el ¿cinismo? no sé cuál es la palabra exacta.

A veces los relatos de unos y otros se ven contrastados, se ven forzados a convivir, y es necesario llegar a un relato común, ese es el origen de las sociedades, ponernos de acuerdo en la puta historia común, de ahí surgen los colectivos, los cristianos, los del Barça y todo tipo de gilipolleces que lo único que tienen en común es haberse creído la historieta que tristemente ni siquiera han escrito ellos y les ha venido dada.

Ahora mismo vivimos todos en esa lucha por la historieta, el que la narra,  controla a la sociedad o a los pequeños o grandes grupos, en función de la cantidad de gente que compre tu relato. Contra más coherente parezca en sí mismo mucho mejor, pero eso no quiere decir que tenga que ser coherente con la realidad, la coherencia ha de ser dentro del propio relato y tanto da todo lo demás.

Ahora con la cantidad de información de la que disponemos cada vez es más importante ese control, hay muchas piezas que encajar para que todo cuele. Antes con cuatro cosas ya funcionaba y todo era mucho más ingenuo.

 El ser humano es así, necesitamos comprender lo que no tiene comprensión.

Hace unos días era el día de la salud mental, de eso se habla desde hace unos días porque realmente estamos cada vez peor en este aspecto porque la realidad es cada vez más fluctuante y la lucha por el relato cada vez en más bestia y nos genera mucho distanciamiento con la realidad. 

Luego estamos lo que no tenemos relato común y te sientes un marciano, te cuentas tu historia que no coincide con la de casi nadie cercano, lees libros sobre psicología y sacas tus conclusiones, vas a tu bola y en mi caso, haces libros con todo eso, desde la ingenuidad pura, luchas por tu propio mini relato y confías en que algún día alguien lo verá como tu y poblará tu misma realidad y así dejarás de estar solo.

Todo una basura narcisista porque lo que hemos de hacer de verdad es habitar este sinsentido cósmico y liberarnos del relato para alcanzar la verdadera existencia que no es otra cosa que vivir.

Y al final todo es una gran engañifa colectiva, suerte de la música que te hace olvidarlo todo y te hace caminar a su ritmo. 

La mejor música es la que te hace olvidar y caminar.

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