Pensando en Mario.

Volviendo a casa pasada la una y media de la madrugada, en metro, después de ver a Mario, después de 6 años sin verlo, escuchando Frittering del primer disco de Mercury Rev, una de las mejores canciones para nuestra generación. 

Todos hemos estado muy solos todo este tiempo de pandemia medieval y a la vez posmoderna y futurista, hemos sido arrojados del tiempo y de la vida social, nos hemos echado tanto de menos, nos hemos añorado, nos hemos dado cuenta de nuestra tontuna, de repente la soledad ya no es tan valiosa, nos ha sobrado, y los viejos amigos, la comprensión, la pertenencia, la complicidad, el amor y la aventura, se han convertido en el nuevo gran valor.

Volviendo en el metro escuchando Frittering, puede que una de mas mejores canciones que se han escrito nunca, con una extraña sensación de emoción y perdida, desorientación de volver a ningún lugar y sintiendo que tu amigo se ha vuelto a marchar. 

Volviendo a casa con una alegría inmensa, con la barriga revuelta de la cena, pero también con la extraña tristeza de haber perdido unos años que no volverán, con la sensación de que me han vuelto a robar, pero esta vez por gilipollas, por dejar pasar lo que crees que te sobra. 

De esta pandemia no hemos salido mejores, pero si que hemos aprendido a ver lo idiotas que somos, hemos visto cómo se ha precipitado el tiempo, nuestros errores y nos hemos quedado desincronizados de este nuevo presente que tenemos ahora. 

El reloj ahora marca una hora extraña, estamos en un Jet Lag después de ir a Marte y volver. Descentre espacio temporal.

Cenando con Mario, parecía que no había pasado ni un día, los mismos temas, las mismas risas e inquietudes de la vida, la misma complicidad pero con seis años menos y una pandemia.

Todo es muy raro, todo esta recubierto de ese sonido de fritura que lo asorda y lo aleja, nunca habíamos vivido tiempos tan extraños, nunca había sido todo tan raro. 

Nos han desdoblado la linea temporal y nos han cambiado de vía. Nos han robado el tiempo, lo hemos dejado pasar, creíamos que nos sobraba.

Escuchando Frittering en el metro, pensando en Mario y en lo tonto que he sido. Otra vez me han cambiado de universo y de tiempo.



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