El Mejor disco del año.

Se acerca el fin de año y quiero anticiparme a las listas y mierdas de esas a las que ya nadie hace caso y dejar claro que el disco de este año que va a pasar en unos días, sin duda alguna va a ser el I Don't Live Here Anymore de The War On Drugs, el disco cumbre de su carrera, él que aúna todas sus caras y lo hace algo más AOR, él que lo acerca algo más al pop universal y él que comprendemos todos, el rock de toda la vida, con algo de indie, con un pelín de psicodelia y sobre todo con canciones redondas perfectas, es un disco que supone un viaje por la melancolía y el desamor de cada uno de nosotros.

El mejor disco obviamente no será Tangana, ni nada por el estilo, no será todo eso que quieren que sea, y puede que se perciba como que si porque saldrá en todos los medios o en todas esas cosas que percibimos como realidad y que llamamos redes sociales y que en realidad son empresas para las que todos trabajamos aportándoles contenidos y que se nos muestran como espacios libres pero que no lo son.

La industria musical busca sobrevivir como puede y sigue intentando crear fenómenos globales, mientras la tendencia cada vez es más "lo particular" el gusto personal y "lo pequeño" de ahí que Spotify, que de momento parece ser la que más ha entendido esto del negocio de la música, eso si, a costa de no pagar lo que se merecen los autores, ha pasado de eso tan antiguo de las listas del año y hayan hecho "tu propia lista del año". Hemos pasado del capitalismo masificado y los fenómenos de masas, al capitalismo individualista y liberal, donde tu consumes lo que te da la gana y no lo masivo, de ahí que la industria se vea obligada a venderte miles de cosas todas distintas aunque sean iguales. Esta tendencia viene de muy atrás, lo digital y el "streaming" lo ha acelerado, las grandes audiencias cada vez van a ser menores y lo mainstream más aburrido.

No me parece normal que los músicos lancen temas y duetos cada mes, en ese afán de ofrecer cosas nuevas y distintas a ese consumidor tan deseoso de poder elegir como nuevo bastión del ser libre, un creador no puede generar todas esas ideas como churros y ofrecer realmente algo interesante, de ahí que se mezcle con el "lifestyle" y en: compra todas las mierdas que lleva Rosalía y así serás tan "guay" como ella.

Todo eso no es arte, todo eso no es música, es una industria desesperada ante tanto cambio acelerado por ellos mismos, los avances tecnológicos y la pandemia.

Por otra parte, sigue la creatividad, la sensibilidad, y la música como el arte más capaz de emocionar con menos, sin ni siquiera comprenderlo, va directamente a nuestro cerebro y a nuestro recolector de emociones. 

Todo cambia a mil por hora, pero nuestro cerebro sigue siendo el mismo, y se sigue emocionando con lo mismo, con los colores, con las cadencias musicales, con las notas, con la poesía, con las puestas de sol. Somos los mismos que habitábamos en las cuevas y en los árboles, nada de nosotros esencialmente ha cambiado por mucho que la industria se sofistique y sepa que tecla tocar de nuestro cerebro para que no sintamos atraídos.

Creedme, el mejor disco que salió el año pasado fue el de The War On Drugs, te emocionará como ningún otro y al final solo se trata de eso.