La leyenda de la princesa Kaguya.



Ayer vimos una de las películas más bonitas que he visto nunca El Cuento de La Princesa Kaguya de Isao Takahata del estudio Ghibli, no me voy a entretener a explicar las maravillas del estudio y del director y compañero de Miyazaki, dos grandes maestros.

La película es de una delicadeza propia del arte oriental, acuarelas delicadas, movimientos perfectos y naturales, detalles sutiles y referencias constantes a la vida y a la naturaleza, cada escena es un símbolo de algo profundo que te toca sin que te des ni cuenta.

Son unos maestros en hablarte de tus propios sueños saltándose la razón y el conocimiento adquirido. Son películas que parece que las escribiera Jung, pero en realidad proceden de una sabiduría muy anterior. 

En occidente nos hemos preocupado más en crear artefactos que funcionen desde la razón y en oriente y en concreto Takahata, habla directamente a lo que llevamos escrito antes de incluso existir.

Es cierto que esta película se basa en un cuento antiquísimo Japonés y encierra una sabiduría que te hace llorar y ni sabes porqué. No vivir la vida para la que has nacido, no aceptar el destino que han escrito para ti, querer desaparecer por no poder seguir viviendo una mentira. Querer volver a la luna por pura desesperación y en ese momento darte cuenta de la belleza de estar vivo.

Nada más empezar la película y ver a la niña protagonista crecer y jugar con los otros niños, ya casi me hizo llorar, la belleza de ese inicio te atrapa al instante, tu eres esa niña, una niña que es es solo eso, una personita que quiere vivir, jugar, relacionarse, querer y que la quieran, vivir desde la propia existencia sin más, con unos abuelitos que ni siquiera son sus padres biológicos, el amor no entiende de parentescos. 

Luego y sin desvelar el argumento, el destino marcado por los humanos y la familia se impone y su destino pasa a ser un destino determinado por la cultura y las convenciones humanas.

Al terminar la película acabé con todo revuelto como pocas veces, todo había sido un diálogo con el inconsciente, símbolos de otra cultura pero que nos pertenecen a todos los humanos, cosas que no comprendes de forma racional, es como tener un sueño iniciático y reparador.

He dormido como un tronco, en mis sueños hoy han mujeres ancianas, algo rarísimo, pero creo que eran las mujeres de la luna que venían a recordarme lo aprendido viendo la película.

Os invito a verla, pocas cosas he visto más bonitas, os podría cambiar la vida.

Comentarios

  1. Si, yo no sabía que el mundo del anime tenia tantas obras de arte, te recomiendo también una histórica que me impactó mucho 'La tumba de las luciernagas' habla sobre como sobreviven 2 niños en Japón durante la segunda guerra mundial, o sea, visto desde lo que pasaba alli, está tan bien expresada, el hambre, la muerte...

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    1. La vi hace unos años, nunca he visto una película tan triste, no creo que haya una que la supere.

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