La música siempre estuvo ahí.

La música siempre estuvo ahí, desde las cavernas. En el fantástico  documental de Herzog, La Cueva de los Sueños Olvidados, aparece un tipo que toca una flauta hecha con un hueso de miles de años de antigüedad y explica que con ella ya se podría tocar el himno de Estados Unidos, o cualquier canción del presente porque ya tiene las mismas notas que los instrumentos actuales, él lo cuenta mucho mejor, pero en resumidas cuentas explica esto.

La música está aquí desde el principio, desde que el cerebro de aquel mono hizo "clic" y se convirtió en el cerebro de las personas que somos ahora, nada ha cambiado, ya era igual desde entonces y justo en ese momento apareció la música exactamente igual que ahora, porque nuestro cerebro es lo que entiende.

Cada época tiene su sonido, sus instrumentos, su forma de trasmitirla, e incluso guardarla, registrarla, pero las emociones son las mismas.

La música igual que todas las artes no es una evolución aunque creamos que si, el cerebro es causal y se guía a través del tiempo, pero la realidad es que el cerebro se guía por la percepción y por lo que es capaz de entender y percibir, no hay nada detrás, no puede ver lo que no está preparado para ver, nuestros ojos ven los colores que nuestro cerebro es capaz de entender, la realidad no es la que es, no vamos a descubrir nada que no podamos percibir. 

Tampoco quisiera mentir, el hombre ha inventado instrumentos capaces de medir cosas que no podemos percibir, y procesar incluso cosas que no podemos comprender, pero el arte no es eso.

El arte va ligado a la percepción y a las emociones y es muy probable que a un humano habitante de las cavernas le gustaría Nirvana, igual que un oyente de los 90 si conectase de algún modo con sus emociones y experiencia personal, si no le gustase no sería por ser de otra época o no haber evolucionado, eso no tiene nada que ver, ni Nirvana o los Pixies son música del futuro, ni las canciones que tocaban con sus flautas hechas con huesos eran del pasado ni menos evolucionadas por el hecho de haberse tocado con instrumentos rudimentarios o más básicos.

De hecho, toda la evolución de la música de nuestro tiempo es fruto de la industria y del modo de comercializarla, de la forma de sacarle rendimiento comercial para poder sostener un sistema de vida dedicado a esa actividad, pero las notas musicales y las emociones que trasmiten son exactamente las mismas, antes y ahora, y en el futuro lo serán igual mientras seamos humanos.

Por eso la búsqueda de los músicos no es la de hacer la música del futuro o experimentar con ideas peregrinas, la búsqueda no es hacia fuera, es hacia dentro, no es buscar lo nuevo, es buscar la esencia, la emoción más pura posible, el sonido que conecta mejor con la emoción.

La música ha de conectar con el hecho de existir como humano. 

Hay una anécdota muy interesante de Picasso, como todos sabéis basó su vida en una búsqueda constante entorno al arte y la pintura y cuando vio por primera vez unas pinturas rupestres dijo: Pero si ellos ya lo hicieron todo.

Y no es casualidad, en su búsqueda y experimentación constante lo que acabó descubriendo fue la esencia del arte, lo que hizo fue un camino hacia dentro, borrar los siglos y siglos de cultura hasta llegar a la esencia.

En Otro documental de Herzog sobre volcanes, aparecía un pueblo que vivía en una falda  de un volcán, tenían creencias sobre dioses y volcanes y estaban recreando canciones que recordaban de sus ancestros entorno a este culto y cuando las escuché me quedé maravillado de lo parecidas que eran a los primeros temas de Animal Collective, era prácticamente lo mismo. Lo era porque era la esencia, lo básico para expresar lo que querían expresar, volcanes, alegría, fecundidad, muerte, miedo, esperanza... De todo eso va la música porque de eso vamos nosotros.

La música ha estado ahí desde el principio, solo cambia el sonido y la forma de realizarla y procesarla. Nosotros somos los mismos, solo cambia nuestra cueva y nuestra indumentaria.

El arte no es evolución, es esencia.