Una chica clásica.

Classic Girl, una de las canciones más bonitas que se han compuesto nunca, de un grupo con un nombre milagroso, Jane's Adicction, es tan difícil superar un nombre tan bonito. Ahora se valoran poco a pesar de haberse adelantado a todo, como los Pixies.

Classic Girl, un vídeo patético, bello, casual, la boda de Perry y su novia de entonces, no recuerdo cómo se llamaba por un rito exótico y ridículo.

A ella le pasan un huevo por los ojos, supongo que para que sea fértil.

Planos preciosos viendo cómo duerme Perry aunque lo finge. 

Hay un momento que se hacen hermanos de sangre aunque no se ve del todo.

En el estribillo hacen surf.

Todo es tan de mentira, todo es tan romántico.

Tan hippie, tan tradicional a la vez, al fin de cuentas es una chica clásica que se quiere casar con Perry.

Los dos son tan guapos y tan feos. Perry es tan guapo y ella lleva un peinado tan horrible.

Perry en realidad es muy feo, pero es tan sexy y tan loco, tan genial, tan chapado a la antigua.

Quiere casarse con una chica clásica que le dé buenas ideas a su hombre, a él.

Perry siempre me ha recordado a un pájaro, tan drogado, tan alocado, tan libre, siempre imagino que vuela.

Él en los conciertos se imaginaba volar y saludaba al sol mientras bebía vino. Como en la Selva Esmeralda.

Es tan maravilloso, hay un plano tan bonito aunque falso, mirando fotos del pasado, todas las fotos son del pasado, de las tetas de ella, de ellos juntos, todo como si se hubiera acabado o como si ya no quedaran para hacer surf.

La música logra que algo tan clásico como una boda sea algo romántico, hasta el gesto del huevo, hasta desear tener hijos, la música lo transforma todo y lo convierte en realidad.

Por eso en las películas ponen música, para hacerlas reales, porque es todo una mentira y con ese jarabe ya es todo verdad.

Cuando vas por la calle escuchando música toda esa mentira que nos rodea se convierte en real.

Nada existe, todo es un decorado, una convención y la música es lo que hace que todo sea distinto y verdad, es lo que convierte el desgobierno, la falta de argumento, la apatía, lo frio y el destemple, el mal estar permanente, las miradas huecas en el metro, en algo bello. Lo triste y la nada en bonito. 

La música hace que todo eso sea de verdad, que creas que te miran de otro modo,  que comprendas la convención de la civilización absurda.

Una chica clásica, todas lo son, todos los somos, tememos a la soledad, a la Selva Esmeralda.

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