Chk Chk Chk, el pecado original.

La madre que me trajo al mundo, no recordaba que este disco fuera tan bueno, es capaz de mover este cuerpo que tengo estático y arrítmico, este esqueleto aprisionado por un cerebro dictador que provoca dolor en mis músculos como si me clavaran agujas de vacuna a la mínima que siento placer.

Durante una época muy extensa, ante el máximo placer alcanzado por el sexo, es decir, después del bendito orgasmo, este cerebro de mierda que tengo, me provocaba vértigos como para hacerme pagar penitencia injusta para compensar mi momento de placer que según él no debía de merecer.

Según mi cerebro, debo ser muy malo porque suele castigarme a la mínima, pero este Mith Takes de ese grupo de nombre extraño y que para colmo me pega tan poco, tres admiraciones, directamente para una mente católica como la mía es puro pecado.

Pues a pesar de todo, es un disco que me alucina, es tremendo, un batacazo de ritmo, de punk para que bailen los cristianos que luchan contra su fe como yo.

Es un disco para mandarlo todo a la mierda y catapultarse al orgasmo del ritmo y mandar a tomar por culo toda una tradición de sufrimiento inculcado por abuelas con toquilla.

Obviamente para un penitente como yo esto es lo más punk que te puedes arrojar al cuerpo, no los Sex Pistols, no el metal satánico, que en el fondo es cristiano. 

El pecado más grande es el placer, joder, mecagüendios, sexo, baile, me toco y gozo, Chic Chic Chic...

!!! Tócate los huevos con sentido del ritmo y peca aunque luego tengas vértigos y sientas tener un tumor en un órgano vital.

Viva el pecado original.