Meshuggah son una certeza que espanta.

Tengo que comentar esto por narices.

En estos tiempos pandémicos que a ratos parecen tan apocalípticos que hasta se nos olvida. Que curioso resulta la capacidad que tenemos los humanos de normalizar, mejor dicho banalizar,  absolutamente todo, nos adaptamos a las miserias más absolutas, a la cárcel, hasta a los campos de exterminio, resulta espeluznante como narra las costumbres de los campos Art Spiegelman en el Maus o Primo Levi en Si esto es un Hombre, somos auténticas ratas, nos hacemos a todo.

Pues como decía, en estos tiempos a los que ya nos estamos acostumbrando al miedo a la enfermedad, a estar rodeados de contagios y a pensar que tampoco es para tanto, Meshuggah entra como la Mirinda en una garganta seca.

No se me ocurre un grupo que mejor represente este futuro en el que vivimos, al borde de la catástrofe sanitaria, climática y económica, solo nos falta el meteorito.

Os acordáis de aquel grupo que se llamaban Pantera, pues al lado de Meshuggah son Pop para flojos, esto es miedo de verdad, miedo al futuro, miedo a bajar a una mina abandonada y quedarte enterrado vivo, su música no es broma aunque todo el heavy lo sea, son un martillazo en el dedo gordo.

Hace muchos años, cuando empecé a flojear de los tornillos o más bien, ya no podía más, hice una terapia muy adecuada que consistían en ponerme en lo peor y así me sentía liberado. Meshuggah produce el mismo efecto, es tan bruto que alivia, en los viajes en avión me los pongo para dormir, después de tanta tralla caigo rendido a los brazos de la muerte catastrófica y duermo como un bebé que todavía no ha nacido. Lo de la música relajante a los neuróticos no nos funciona, en nuestra cabeza todo funciona al revés. Si te dicen, calma, automáticamente sospechas y se abre ante ti miles de posibilidades que arruinarán tu vida, en cambio te dicen, vas a morir y te sientes aliviado. Lo peor no son las certezas, son las incertidumbres. Meshuggah son una certeza.

Escuchad su último sencillo de avance de su próximo álbum, bromas aparte, es uno de los mejores grupos de Metal contemporáneo que hay ahora mismo, tralla pura, progresivos, técnicos, experimentales, rudos y contundentes como un taco de cemento, no dan tregua nunca, las melodías entran como cuchillos.

Dolor, gruñidos, futuro ahora.