Los Planetas. Las Canciones del Agua.

 Los planetas, Los Planetas, Los Planetas.

El agua, la fuente de vida, el manantial. No hay imagen más universal, mejor metáfora que hable de nosotros, de estar vivos, de cerrar el círculo de la propia vida.

Los Planetas, será por edad, por generación, por vivir en el mismo tiempo, siempre han representado y han narrado de forma  sincronizada mi vida. Nadie me habla tan directamente a mi interior. El agua desde hace un tiempo me habla de otro modo, el cantar del manantial, del rio, hasta llegar a la desembocadura del mar, el orden natural de las cosas, hacerse mayor, sobrepasar el medio día. Ahora todo ha cambiado.

Cada etapa de mi vida la ha narrado Jota, cada ruptura, cada perdida, cada manera de ver la vida, y ahora sigue igual, el despecho y dolor juvenil, lo cotidiano que echas de menos de la infancia, se ha transformado en un descenso de un rio y en un árbol crecido que bebe de él a través de sus raíces. 

Tanto es así y tan cercano es su relato que he pasado épocas sin escucharlos porque me removía demasiado, recuerdo momentos muy sentidos, tardes tumbado en la cama de la casa de mis padres pensando en lo triste que estaba y en que quería dejar a mi novia. De mayor mientras me cortaban el pelo y recibir la noticia de la perdida de mi padre y caerme al suelo, entre plástico y pelo, todo eso mientras sonaban los Planetas, que más puedo decir, pasear por la placeta del Macba solo, sin entender que me estaba pasando por dentro con "Si está bien". Tristeza vegetal para sobrevivir. 

No poderlos escuchar en años, hasta que un día vuelven con una fuerza descomunal a hablarte solo a ti, cuando ya no duele o cuando vuelven a explicarte algo que no comprendías. Encontrarte a un colega por la calle y recibir un abrazo.

Los Planetas, han descubierto que pertenecen a un universo mucho más allá. Las personas jóvenes que fuimos, que nos sentíamos distintos y únicos, solos e incomprendidos, ahora sabemos que pertenecemos a una comunidad, a tu ciudad, a tu gente, no somos tan especiales, pertenecemos a un todo. 

Ellos han sabido expresar el crecimiento disco a disco, como los grandes artistas, no hay grupo que haya sido capaz de hacer eso, ni aquí ni fuera de nuestra orbita. Todos los grupos se quedan anclados en una idealización de su propia juventud o del momento en el que más éxito tuvieron, Los Planetas son de otra pasta, son personas humanas, son plantas que crecen, o eso saben transmitir con su arte y nos hacen sentir humanos con sus cosas a nosotros. Personas que crecen y evolucionan, supongo que a muchos de los seguidores del principio ya no les gustan, lo siento mucho por ellos, tal vez han preferido quedarse estancados en las idealizaciones de juventud, ir a festivales y comerse una pasti, repetir eternamente la misma cosa y cada nueva rotación negarse a ver que cada vez es más decrépita y más alejada del centro de gravedad.

Los Planetas no son así, nunca lo han sido, han crecido, han evolucionado pero sin olvidar nunca quienes son, donde han nacido, las sopas que han comido, pero comprendiendo cada vez más de que va esto. Es una maravilla ver crecer a un árbol. 

Usan el artificio de la mentira para contar las grandes verdades de cada etapa y con el Manantial la primera canción del disco han dado un nuevo salto que no pertenece al mundo del Pop, ni a la idealización de la juventud aunque sigan usando su lenguaje.

Jota se manifiesta como un Miyazaki andaluz en El Manantial. 

Iba en el metro, con la piel de gallina, se me han humedecido los ojos, ante ese torrente más que manantial, poético, lírico, lisérgico y sabio. Los Planetas se han hecho viejos bien, hojas plateadas del chopo centenario de la Vega. Poco se puede decir más de ese portento de canción, creo que hoy por hoy es la cima de su carrera, no por ser la mejor canción que han hecho, si no por representar una vez más su momento en la vida.

El resto del disco, es imposible que esté a la altura, me sabe hasta mal que hayan incluido en la segunda mitad del disco, los sencillos que han ido sacando estos últimos tiempos, porque se alejan de esa sensación universal y profunda del Manantial. Las nuevas siguen la estela y son preciosas también, pero es imposible tanto peso sostenido, hace falta ligereza para flotar, Se Quiere Venir,  hasta me recuerda a Yung Beef per sin tanta tontería, o la maravillosa y universal también Alegrías de Graná, que toca lo universal desde la tradición más sencilla, eso es de maestros. 

El resto del disco, igualmente bueno, es más anecdótico, perezosamente genial, como son ellos, para mi insatisfacción, son canciones demasiado pegadas a la anécdota de la actualidad, pero es todo tan bueno que tanto da. El brillo aparece en frases inesperadas con la gracia de Jota como siempre hace. Pero parece que el disco apunte en dos direcciones, una tremendamente universal y otra más anecdótica.

 Ellos son así, como decía antes, son temas igualmente brillantes, pero en esta era de la confusión más que de la información, creo que el arte, ha de ir cada vez más a lo esencial, porque todo lo demás pasará, todo es ruido, todos nos hemos confundido con tanto juego de espejos y sombras en las redes sociales, hay que volver a beber el agua del manantial, del origen.

Volver a escuchar las canciones del agua. La pureza. 

Los Planetas, Los Planetas, Los Planetas. 



Comentarios

  1. Después de leer un artículo así , no me queda otra que ir a sumergirme en el universo planetario otra vez y escuchar su último trabajo, como tantas veces hice anteriormente y en las que de una manera u otra siempre me terminaron ganando. Qué razón tienes al describir ese momento en el que muchos de sus seguidores nos sentiamos defraudados por el abandono de cada etapa anterior, que identificabamos con nuestras propias vivencias y la sentiamos como parte de nosotros mismos. Luego con el tiempo yo personalmente me daba cuenta que el camino que habían elegido era el correcto, que cada disco tenía un sentido concreto, porque el momento era otro y al final siempre termino abdicado y dándoles la razón porque no se como lo hacen pero son de los pocos grupos que tienen esa habilidad de transportarme a otra cosa ,sentimiento o lo que sea cuando crees que ya no van a ser capaces de logralo . Estoy contigo, Los Planetas, Los Planetas, Los Planetas.

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    1. Como me alegro de leer esto. Es que los tíos saben crecer y envejecer bien, dando lo aprendido en cada etapa. Pocos artistas lo logran. Neil Young, pocos más, y la verdad es que lo recibo con bastante menos entusiasmo.

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    2. Madre mía , acabo de escuchar tres veces seguidas El Manantial. Una auténtica maravilla, si alguien escucha este tema de manera relajada y no le mueve aunque solo sea un poquito por dentro, es que está hecho de piedra o no es persona o no es nada.
      No había oido musicar un poema así, en este caso de Lorca, con esa sutileza, pues ni lo sé, la verdad. Supongo que a los que a finales de los 60 y primeros 70 escucharan a Serrat cantar Cantares, La Saeta o la nana de la cebolla les pasaría algo parecido. Musicar poetas así de bien está en la mano de muy pocos.

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    3. Es indescriptible el subidón de emociones que provoca.

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