El fuego, la rueda, la escritura, la música Pop.

 El otro día hablando con mi mentor, consejero, amigo y psiquiatra, me hablo del cambio mental que había supuesto en la humanidad el libre acceso a todo tipo de música a través de las grabaciones, disco, CD y ahora streaming.

Me dijo que había supuesto un cambio equiparable a la revolución que había supuesto internet, mucho más y para mi pienso que de una forma mucho mejor. La música actúa directamente en nuestro sistema emocional creando nuevas conexiones neuronales, llevándonos a movernos involuntariamente, a llorar, a gritar, es lo más parecido a soñar despierto, a drogarse, y lo más gracioso es que lo tenemos tan asumido que no nos damos ni cuenta, lo aceptamos como algo normal.

La revolución que supuso la música Pop es mucho más grande que todo, es casi como cuando nuestros antepasados inventaron el fuego. La cantidad de música que escuchamos, lo que sentimos, las conexiones neuronales que creamos con cada escucha, con cada canción, con cada estrofa, la música de repente altera toda nuestra percepción de la realidad. Nos ayuda a explorar cada rincón de nuestras emociones, las recreamos, ensayamos, vivimos, modificamos...

Todos hemos vivido intensamente escuchar música con auriculares por la calle, tu camino de cada día no tiene nada que ver, ni siquiera tus andares, es una bomba para el cerebro.

Somos seres mentalmente distintos y evolucionados gracias a la música, es una revolución equivalente al fuego y la escritura, pensadlo, es alucinante. Las copias y el alcance de la música Pop no deja de ser como la imprenta, en cada casa hay libros, en cada casa hay música, en cada teléfono, en cada ordenador, en todas partes.

Si lo comparamos con internet, es algo muy distinto porque el cerebro está preparado para la música, en cambio para las redes sociales no, lo sano es tener un entorno de unas 50 personas, y ya es mucho, el acelerador de relaciones y encima con el juicio del "like", no pertenece a lo sano y natural, de ahí que la música mejora nuestro cerebro de forma inocua, mientras que las redes te vuelven paranoico. No se porque, pero tiene que ver con el hecho de ser observado y juzgado constantemente, es una sensación muy parecida a la que tiene un paranoico, en cambio la música es más parecido a comer, beber, a saciar al cuerpo, a las cosquillas, no se me ocurre nada malo en la música. Todo son beneficios. 






Comentarios

  1. Todo eso que explicas es espectacular comprobarlo en los niños. Yo tengo una niña de un año y tres meses y de la misma manera que pide comer, dormir, jugar, pide también que le ponga música. Lo hace con un movimiento muy gracioso de espalda arriba y abajo que nadie le ha enseñado, es como dices una reacción natural.

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