La gira de Tangana. Una mirada triste. Una familia en torno a una mesa.

La gira de Tangana, triunfal para todos, indiscutible, seguro que muy interesante hasta para mi, pero me produce una sensación tan negativa en mis emociones, me dan ganas de pegarle y de abrazarle a la vez.

No deja de ser una reacción desproporcionada por mi parte, nunca tengo ese sentimiento por nadie, por lo que algo de esa emoción la lleva él cosida a la cara, parece que lo pida, parece que busque castigo y cariño, redención española, su música no deja de ser eso.

El niño que se porta mal para que le hagan caso sus padres, y en esta gira y en el disco ¿qué ha hecho? rodearse de estos, de sus padres creativos, porque realmente parece que le falte un padre real, en su mirada lo dice, hablo por hablar, no se nada de él. 

La jugada de la insaciable ambición para llenar un vacío que parece tener, le ha llevado muy lejos. Cuando no tienes la comprensión del padre, te buscas a otros, que te reafirmen, pero el vacío nunca se llena de ese modo y por eso mismo, te puede llevar mucho más allá de las estrellas, pero con la mirada triste porque el vacío es infinito.

Como formato escénico es un paso más allá, cerca de la fiesta, el teatro, lo compartido, lo nunca visto, una familia entorno a una mesa. Una genialidad.

El tema es Tangana y sus padres, está o no, lo comprende, lo comprendieron, llenar un vacío, una ausencia con éxito y fama, la aprobación, el reconocimiento en casa.

No es tan extraño que en el escenario recreara una escena familiar, con sillas entorno a una mesa.

Llenar un vacío, una mirada triste, buscar una familia. Todos necesitamos lo mismo y una gran carencia, algunas veces,  se compensa con una gran ambición.