Emily in Paris.

Emily in Paris, un bodrio descomunal de serie que me gusta, la empecé ayer y me hizo ilusión comprobar el mito del francés machista a muerte.

Recuerdo cuando de jovencito iba a Francia y para mi era el colmo de la libertad, la igualdad y la fraternidad, de lo moderno y lo liberado, donde el feminismo había conseguido cuajar y ahora darme cuenta que los hemos superado pero de calle y que aquello de feminista no tiene absolutamente nada. 

España siempre se nos ha considerado machistas recalcitrantes, todavía lo somos, pero es que lo de Francia no tiene nombre, sus roles son de todo menos modernos, simplemente son igual de machistas que todos pero con "glamour"

Es exactamente lo que comentaba en el post de Julio Iglesias, machismo glam, acoso con clase, te desnudo con la mirada y te doy mi tarjeta con mi número de teléfono, pero sin agobiarte, como pasando de ti, pero avasallando con toda la masculinidad, pelo canoso levemente despeinado, glamouroso y traje elegante.

Lo más cachondo es que a la protagonista de la serie parece repelerle pero le pone cachonda, cosa que me parece normal, en esos contextos la fantasía gana, y ese machismo puede hasta molar, pero no nos confundamos, es la cosa mas rancia y conservadora del mundo y esa serie es un puto asco de dimensiones estratosféricas plagada de clichés.

Pero también hemos de admitir que esa mierda mola mirarla y soñar con todo eso de la amante de 5 a 7 y hacer como que no pasa nada porque todos somos muy modernos y la vida está para vivirla, cosa que es la pura verdad.

La serie plantea muchas dudas, admitimos nuestro sistema operativo grabado en nuestro adn desde hace cientos de años, pero lo hacemos con elegancia, respeto, buen gusto y educación, eso o intentamos ir contra nuestro propio ser y nos volvemos todavía más neuróticos.

No tengo ni idea, no se que es mejor, la vida sin romanticismo extramatrimonial puede ser un gran tedio, la vida monótona nos puede tragar, que bonito y a la par utópico, es quererse exclusivamente para siempre, por otra parte también que real ¿Puedes dejar de querer a alguien que has querido?¿Puedes dejar de desear al vecino de abajo? 

Vuelvo a lo mismo, una serie de mierda de una pseudobloguera, una serie aparentemente inofensiva, puro entretenimiento, dos culturas que chocan, una moralista y cafre, otra moderna y rancia, glamourosa y conservadora frente a otra donde la identidad se confunde con la profesión.

Y nosotros aquí en medio de esas dos culturas sin pertenecer a ninguna, pero católicos hasta la médula, con nuestros propios suplicios y contradicciones.

Es muy difícil casar la vida  a la que te haces dos preguntas y sientes cosas por dentro. 

Dejemos que la vida se escriba por si misma, pensemos menos y dejémonos llevar por una serie mala.




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