Red Hot Chilly Peppers, no.

Ayer actuaron los insufribles Red Hot Chilly Peppers, grupo que un día me gustaron pero nunca me convencieron.

Sólo me gusto el Blood Sugar Sex Magic, supongo que por Rick Rubin que suele producir discos buenos y logro que sonaran con algo de cuerpo, todos sus otros discos suenan a fanfarria.

Es muy triste ver como los grupos de abuelos tienen que seguir tocando en directo para mantener su modo de vida ahora que ya no se venden discos.

Es muy triste ver como se juega con la ansiedad del público para vender las entradas por internet haciéndote creer que se van a agotar en unas horas.

Es muy triste como se comercia con la nostalgia e idealización de la juventud y en realidad conformarte con un sucedáneo de lo que fue pero recubierto de moho.

Es muy triste ver a Anthony Kiedis con bigote y un cuerpo que parece una bolsa de cuero rellena de naranjas. Y su bonito cabello churruscado por el tiempo.

El que no se consuela es porque no quiere.

Siempre se puede vivir pegado a la suela de la nostalgia y creerse joven escuchando a los Red Hot (Así les llaman sus fans en plan confi)

Siempre fue un grupo muy pesado donde cada uno era payaso a su manera original de serlo.

Fin, que no vuelvan.