Las piedras de España.

Hay otra música plenamente española y a la vez global de la que nadie habla.

Flamenca, metalera, de Semana Santa, de nazareno penitente, sufrida y católica invertida.

Música que apenas cuenta, también me parece normal que así sea, es dura y espesa, lenta como el puré, la lava y los mocos en tu garganta. 

Es bien curioso como un subgénero del Metal, como es el Doom, este tan cerca del alarido y los compases del flamenco de forma natural, es una maravilla de lo universal y lo humano. En las cuevas de la prehistoria ya tocaban esos compases, ya daban alaridos a la luna, solo han cambiado las camisetas y la electricidad en lugar del fuego.

Piedras y palos, vida y muerte, dolor y placer, desfogue en las hogueras.

Orthodox llevan mucho tiempo ahí, desde las cuevas hasta hoy.

Lo mejor de entre las piedras de España.