La brasa infinita de los macro conciertos.

Cuanta mierda hay que aguantar hoy en día con los estertores del capitalismo más borrego que nunca. Vaya brasa con los macro conciertos y los macro festivales con miles de grupos y escenarios, todo carísimo y todo como respuesta a la crisis.

Cuando hay crisis la respuesta es apretar el acelerador. No se venden discos, pues hay que ganar dinero tocando en directo, si os fijáis todo esto no surge de una idea positiva y de crear algo único, surge precisamente de que el negocio es infinitamente menor que hace unas décadas.

El negocio de la música lleva desde mediados de los 90 cuesta abajo, de hecho diría que el declive lo marco Nirvana y el movimiento Indie que ya surgió como respuesta al abuso de las multinacionales y la industria. 

Nirvana fue el último intento de convertir en producto algo auténtico, de domesticar a los artistas para ganar dinero y acabó todo fatal.

De ahí al "streaming" y el hecho de que solo gane dinero con esto Spotify, nos ha llevado a la brasa absoluta de los macro eventos.

Seamos sinceros, los grupos no son mejores ahora como para llenar 4 estadios olímpicos, ni para hacer giras mundiales, lo que es mayor es la maquinaria de promoción y la estrategia de venta a través de las plataformas de venta de entradas que generan directamente angustia en el comprador porque le hacen creer que todo se agota en segundos. Esto ya se ha demostrado que es un timo y que se guardan entradas y saturan las páginas. 

Todo son señales del fin de toda esta basura, el canto del cisne de un mundo que lleva muriendo 30 años, por suerte la música y el arte está por encima de todo esto y seguirá.