Madres plastas.

Que alguien salve a los niños de sus padres.

Hoy en el metro he visto a una madre, de las que podríamos llamar injustamente "normal", de las que fueron con nosotros al colegio, de las que sacaban buenas notas y ahora van vestidas de madre, como medio hippies, como excursionistas, como que están permanentemente de acampada, como si vivieran en un iglú del Decathlon. 

Una madre de esas que se pasan el día educando a sus hijos y todo es pedagógico y didáctico, una madre que solo vive para leer cuentos con una parte de aprendizaje a sus hijos. Una madre de las que hablan con mucho mimo a sus hijos como si tuvieran algún tipo de disfunción auditiva o de comprensión.

Resumiendo una madre ultra plasta, mejor dicho dos madres, iban en el metro, y una de ellas, ni corta ni perezosa, toca a un chaval que estaba sentado en el hombro y le ordena levantarse, un chico que por su aspecto dirías que es de origen Pakistaní, de Bangladesh, Indio, no se, y el muchacho sin rechistar se levanta y ella sienta a su hija, sin mediar ni las gracias, ni un por favor. Mientras la otra madre ejemplar grababa videos de su bebe para las redes sociales con su móvil y luego se lo mostraba a el pobre crio que se veía a si mismo con cara de susto.

Esas madres pedagógicas permanentes dando una lección urbanidad a su nena. Porque claro, nada hay más importante que sus hijos y la infancia y no se dan cuenta que la están volviendo majareta y que la niña vaya sentada cinco minutos, no tiene nada que ver con ser una mala educada y que su hija no merece más el asiento que cualquier otra persona. 

Para colmo la cría de repente les ha pedido una moneda para un rapero de los que abundan ahora en el metro con mensajes del mismo estilo que las madres. El otro día, uno de estos, se despidió diciendo que bebiéramos más agua porque era importante hidratarse, está claro que el Rap ha muerto y lo ha hecho en el metro. Pero lo que iba contando, la nena ha pedido una moneda para darle limosna al rapero y las dos madres han corrido a sacar sus monederos comprados en una tienda de comercio justo y raudas han buscado monedas para la cría. Hay que educar a los hijos en los valores solidarios.

Mientras, el muchacho de pie con su camiseta del Barça ha pasado de todo, y ha permanecido ahí, mientras yo miraba la escena y pensaba que muy probablemente venía cansado de trabajar.

Que alguien salve a todos esos niños de sus padres. 




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares