Bombas, bombas ¿Qué pasa?

Bombas, bombas, ¿qué pasa? Bombas, bombas ¿qué pasa? 

Parece que vuelve la guerra fría y sí nos descuidamos en Bakalao, esa escena contracultural y contra musical donde se celebraba la fiesta como una guerra épica totalmente infantil, donde la fiesta era un lugar donde podías morir y era verdad. Se podía morir y morían. Niños lejos de los padres comiendo pastillas. Por increíble que parezca hoy,  estábamos tan pasados de vueltas que la guerra fría estaba de moda y se había llevado al mundo del ocio. Chimo Bayo iba disfrazado de Soviet del Futuro, por ejemplo.

Estos días con la guerra de Ucrania, invadida por el tarugo de Putin, en plena nostalgia provocada por su trauma infantil, por el amor no correspondido de su profesora, imagino que le viene de un "mami issues" no resuelto y que lo llevo a enamorarse de su profesora y a una frustración eterna y delirante que le ha convertido en un dictador que vuelve a confundir el rechazo que sintió en la infancia, con el rechazo de Europa y eso le hace tener deseos de venganza y una agresividad enorme "o me quieres o te mato"

Putin lo único que quiere es que le quiera su madre, un imposible a día de hoy y eso le llevará a la tumba o nos lanzara la bomba a nosotros, lo bueno es que dejará de preocuparme mi caída del pelo por la puta ansiedad y se me caerá  a mechones y la piel a jirones por la radiación.

Espero valorar más la vida cuando vea la muerte inminente o el sufrimiento extremo. 

Todo esto que puede parecer de risa, no lo es, me refiero a la falta de cariño de Putin y el enamoramiento de su profesora, lo vi en un documental, no se decía nada, pero se veía un encuentro, que pidió él, con su antigua maestra y lo tímido que estaba en su presencia, era algo evidente, no se atrevía a mirarle a la cara, un puto mostrenco que lleva matados como a 20 poderosos de Rusia que le han llevado la contraria (al menos 7 se han caído por la ventana misteriosamente), bombardea cada noche a los Ucranianos y no olvidemos el famoso episodio de la pastilla de polonio que le enchufó a aquel, que solo verlo te daban ganas de no comer nunca más. Nunca he visto una imagen más atroz y que no fuera una película. Putín ex Jefe de la KGB, un tipo realmente despiadado, tímido y cortado ante su profesora del colegio. Una imagen entrañable sí no estuviéramos metidos en una pesadilla creada por su mente. 

Ese auténtico animal,  que lleva una metralleta en ese brazo postizo inmóvil, ese hombre sin bello corporal  que le da un aspecto gomoso, ese tiparraco infernal con cara de jabalí, esa alimaña de la noche, ese orco duchado y afeitado, ese tío, resulta que no podía mirar a su profesora a la cara muerto de vergüenza. Realmente incomprensible si no es que le tuviera un respeto y amor fuera de lo normal.

Con esto vengo a decir que todo viene de la mierda de la infancia y que todos seguimos siendo el niño aquel que nos amaron o nos maltrataron. El patio del cole es el mundo y la clase los países, las guerras son las pedradas y escupitajos que nos tirábamos.

El mundo de los adultos es el mismo que el de la infancia, pero en serio y vacilando a los profes, el "tu no me mandas porque no eres mi madre" es la máxima y las piedras son misiles nucleares.

A ver cuál de ellos es más infantil, el Koreano del pelo de maceta, Putin el falto de cariño, el abuelo Biden, el Pedrito que cateaba estudiando, el Rajoy que era el pelota, el "fucker" Macron, es todo de risa y de pena.

Inmaduros emocionales, analfabetos emocionales, personas que no aprobaron la infancia y se van a llevar el mundo por delante.

Bombas, Bombas ¿qué pasa?