Wedding Present.

 Cuando era joven pensaba que en el futuro ya no se casaría nadie, que sería una cosa del pasado, y para mi sorpresa, como tantas cosas, no ha sido así, hay una ola de ranciedad más amarilla que la corteza del jamón barato, un horror de involución donde los jóvenes se vuelven a casar y hacen despedidas de soltero y soltera, donde se emborrachan y celebran que ya nunca jamás podrán follar con otra persona que no sea su pareja y se despiden de ese periodo breve de felicidad promiscua pero pecadora. Todo lo bueno se acaba. 

Pensaba que ni se tendrían hijos, pero nada, todo sigue igual y la gente se cambia el bañador en la playa haciéndose una cabaña con la toalla, ¿no se puede ser más cutre? Que no se les vea la colita. 

El futuro me ha decepcionado mucho, nada de modernidad, nada de futuro, yo pensaba que en la ciudad no habrían coches y ahí siguen, ahí seguimos viviendo en putos parkings. Todas nuestras calles son para los coches y pipís de perro.

También pensaba que la gente dejaría de tener perros prisioneros en casa. Mi pobre perrita acabó tan loca que le dábamos Valium para soportarnos, desarrolló complejo de persona y tenía embarazos psicológicos. Era una perra con fobias de todo tipo, llegó a tener miedo a los partidos del Barça.

Hemos llegado a tal absurdo que nos preocupan los animales de granja, como es natural, pero tenemos a un perro preso en nuestra casa, que el pobre bicho nunca folla y se vuelve loco con el olor de los otros perros y mea allí donde han meado otros compulsivamente, para marcar un territorio remarcado hasta la locura del pobre animal. Los perros son territoriales y viven acinados en familias y presos en pisos. 

Ahora, gracias a mi cabezonería, al fin he logrado no asistir a ninguna boda más, como acto de protesta, me niego a pagar el puto cubierto para compensar la comida mala de la boda y para que a los novios les salga menos caro el cutre evento.

Me niego a hacer regalos de bodas y asistir a fiestas en masías absurdas dedicadas a organizar banquetes de boda en lugar de criar gallinas.

 Aunque no se que detesto más si las bodas cutres o las pijas que se casan en jardines bajo arcos de flores con curas que no son ni curas.

Lo detesto, yo pensaba que en el futuro ya no se creería en Dios, hay que ser muy infantil para creer en todo eso y más si has estudiado en el cole Darwin, a ver, la teoría de la evolución, es sencillo, lo entenderían hasta los monos si supieran hablar y leer.

¿Pero que puedes esperar? Hay gente ahora que cree que la tierra es plana, y el avance en el fútbol, no ha sido su desaparición como opio del pueblo, si no que ahora se ha ampliado a la liga femenina, eso es el progreso. Opio para todos, la igualdad es a la baja. Fútbol doble.

Y así tantas cosas que pensaba que ya no existirían, los curas, las iglesias, las bodas...

Los regalos de bodas.

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