Activismo para Instagram.

Llevamos ya unas cuantas acciones en contra de obras de arte en museos, para reivindicar acciones para solucionar el cambio climático y poner la atención en erradicar el uso de combustibles fósiles.

Ya sabéis, se pegan a los marcos, tiran puré de patata y no sé que otro tipo de estupideces más, y siempre con total cuidado de no estropear las obras, se les podría caer el pelo y les llevaría problemas reales y no virtuales.

Hasta aquí todo perfecto. Menos la minoría de los más ricos y cuatro gilipollas que los apoyan, y otros tantos pobres que no se enteran de nada, todos palpamos en nosotros mismos el cambio climático y más este año que todavía es prácticamente verano.

Estamos todos a favor de hacer algo en contra del cambio climático y de salvar al planeta de nosotros mismos.

El arte tampoco es tan importante, otra cosa en que la mayoría de gente está de acuerdo, solo a unos pocos nos gusta realmente y en el fondo es una cosa de pijos y locos, entre los que me incluyo (más en la segunda categoría que en la primera). A los pijos les interesa como fuente de inversión, tampoco vayamos a pensar que son más sensibles que el resto de la humanidad. Realmente la importancia del arte, hoy en día, solo la comprenden de verdad los psiquiatras, neurólogos, algún científico, un antropólogo y los propios locos que lo hacen, aunque estos, estamos confundidos a pesar de tener el impulso de hacerlo.

Pero ¿Qué sucede con estas acciones y no sucedía con las de Greenpeace de los 90? Pues que esta mierda de acciones estan hechas solo para llamar la atención, son acciones de Instagram, carentes de significado y de sentido, son de niños que tienen amargados a sus padres porque no quieren comer filete, ni ponerse ropa de lana porque sufre la ovejita. Todo culpa de los propios padres que les han hecho creer que son especiales y les ha salido el tiro por la culata.

Son acciones estúpidas hechas para Instagram con las cuales solo consiguen que se hable del acto en si, y ni se habla del clima, solo dicen lo que todos ya sabemos, ni del arte que no le importa nadie, solo se dice que la obra no ha sufrido desperfectos (Lo único que le importa a la gente del arte es lo que vale).

Son acciones totalmente narcisistas y sin ningún tipo de fruto más allá de la notoriedad, no consiguen nada.

La gran diferencia de las primeras acciones de Greenpeace es que estas saboteaban que arrojaran bidones radioactivos a las fosas marinas y conseguían además salir en todos los medios, pero claro, se jugaban la vida, el puré de patata lo pueden preparar en casa y lo máximo será alguna pequeña multa que pagaran con un bote común o los propios padres.

A parte de que para llamar la atención juntan el tocino y la velocidad. La creación artística y las obras a las que "atacan" no tienen ningún tipo de responsabilidad ni relación con el cambio climático. Tiene el mismo sentido que tirarle tomates a Shakira no por su música si no por la ecología, que ya puestos lo podrían hacer (A mi personalmente, me parecería mucho mas divertido y original, la detesto.)

Este tipo de acciones son fruto del tiempo de las redes sociales y de Meta, lo importante es que te vean, es llamar la atención, con eso nos creemos que ya es suficiente, confundimos la atención con la propia realidad, creemos que una imagen o un video puede interactuar con la realidad, peor todavía, creemos que con ser vistos vamos a cambiar la realidad. Creemos que el reflejo en un espejo somos nosotros mismos y que ese reflejo puede dar un puñetazo. El puñetazo lo has de dar tú. 

Lo importante es que hablen, no hacer algo de verdad, nos estamos distanciando de la realidad peligrosamente.

Recuerdo a un amigo, cuando éramos jovencitos, que un buen día nos vino diciendo que tenía novia, cosa que a todos nos sorprendió muchísimo porque a esa edad era ciencia ficción. Nos contaba que iban al cine y quedaban para escuchar música ¿Cuál fue nuestra sorpresa? Al rato nos dijo que era en Second Life, nos quedamos pasmados y ninguno de nosotros creyó que ese fenómeno fuera "tener novia", lo más gracioso es que hoy en día sí se creería como real.

Bienvenidos al activismo fantasma, lo siguiente ya será hacer manifestaciones en Meta.