En la cárcel.

Complacer a los tuyos.

La mirada.

Nada que demostrar.

Puede que eso sea hacerse mayor.

Reconocimiento y éxito para vengarte.

Amar y odiar a la misma persona y ser posible.

Que te lo den todo para luego quitártelo.

El mal padre que te lo da todo y luego no está.

El buen padre que no está pero hace bien de padre.

Las voces interiores.

Las ideas ajenas que crees propias.

Las voces que confundes con tu voz.

Formar parte de una cadena que se pierde en el origen de los tiempos.

Herencias secretas.

Muertes a destiempo.

Enfermedad mental y encierro voluntario.

Una visita a la cárcel que te deja un día entero tumbado en la cama.

Demostrar que eres capaz.

Sufrir en cada intento.

Confundir sufrimiento con poderlo hacer.

Masturbación para regular la ansiedad.

Fármacos para regular la ansiedad.

Vivir con ansiedad.

Una sirena que suena siempre tras de ti.

Buscar constantemente un lugar.

No saber donde meterte.

Voces interiores que confundes con  tu voz.

Enfermedades inexistentes.

Miedo constante y sensación de precipicio.

Pensamientos recurrentes y sin parar.

Dolor de tripa en la cama.

Complacer a los tuyos.

Su mirada. 

Ya no está, se fue en paz.

Ahora debo descansar, reír, repartir, pintar y como al principio...

Volver a jugar.