Estás Buenísimo, la peor canción creada hasta la fecha.

La peor canción que he escuchado en mi vida, lo es sin duda, digna de una improvisación de una adolescente en el instituto, escrita entre clase y clase, en un separador de su carpeta que luego tiene que arrancar y romper de la vergüenza que le ha dado a ella misma y le preocupa dejar rastro y que alguien la pueda leer, entre ellas su madre. Arranca la cartulina y la arruga y la rompe en trocitos para que sea imposible leerla.

La peor canción, Estás buenísimo, hay que reconocer que el título de ingenuo tiene su impacto, igual que las rimas tontas cómo jamás he leído u oido, inauditas. Rimar "cigarro" con "tienes cara de guarro, te lo hago en el barro", me recuerdan tanto a "café y cigarro, muñeco de barro" esa bonita oda popular al cagarro, que no puedo evitar echarme a reír.

Por no habla del final con el "guiño" al "pantumaca" "Quiero probarte con aceite, sal y tomate", no sé si es un homenaje a la tontuna o a Cataluña, es digno de un trabajo del colegio que no llega al cinco pero que por pena no le suspenden. El poema de unos juegos florales de la cachonda de la clase.

Tampoco comprendo ese acento búlgaro germánico con el que canta Nathy, con lo que me gusta el acento argentino ¿Porqué esa absurdidad? Parece el acento de un doblaje malo de la época de la guerra fría, del malo de la película de espías de serie B, o de una especie de Dr. Chiflado que ha creado un robot electrónico y nuclear para conquistar el mundo. 

Nathy Peluso quiere hacer tan de mala que canta con acento de Dominatrix de la URSS,  de un país del este poblado por villanas. Semejante chorrada no la vimos ni en el Equipo A, ni en MacGyber, ni en V, nadie se atrevió a semejante ridículo, ni en las películas porno de los 90.

En lo musical, no le va ni mucho menos a la zaga, es haber escuchado a Rosalía y haber sacado la conclusión de que hay que hacer cosas raras y provocadoras, sin entender el sentido. Es entender que el arte es hacer cosas raras y ser provocador. El vacío y sequedad de la producción  la aleja de lo que entendemos por canción que ya casi ni lo es. Es una especie de "demo" hecha por el listo de la clase que tiene un ordenador para hacer música.

La canción es tan descacharrante junto al video clip pasado de moda, con estética de los 80 y coreografía de forzuda, que no te extrañe que tenga éxito, pero recordemos que el éxito es solo eso y que hoy en día, más que nunca, el éxito es una santa mierda, un premio a la mediocridad más absoluta a la par de un robo de tu dignidad y de tu alma.

Lo importante es llamar la atención, ser el raro de la clase, marcar tetas y culo, y ya veré luego que hago con eso llamado éxito, lo importante es hacerme con el activo intangible y fantasmal.

Es la peor canción, un hito del despropósito, un ejercicio de fantasía que nace de la incomprensión del presente.