He roto Spotify un año más.

Este año he vuelto a reventar el Spotify, incluso más que el año pasado, según ellos mismos he usado su aplicación un 98% más que los usuarios de España. Un dato realmente apabullante para mí mismo, las cifras de las estadísticas son astronómicas. 

Eso si, de todos modos no te regalan una mierda ni te tienen en cuenta para nada.

La canción Teen Age Riot  de Sonic Youth la he escuchado 106 veces y el grupo Destroyer más de 3000 minutos. 

Y un total de 83.609 minutos de escuchas totales, que son unas 4 horas diarias durante los 365 días del año. Estoy seguro que en otras épocas de mi vida las he superado con creces porque ahora mi pareja pone la tele en contra de mi voluntad, cosa que me molesta mucho pero me aguanto.

Ultimamente pienso que la música me ha salvado de volverme loco y no lo digo por decir, como una frase hecha o de forma poética, lo digo literalmente. Si es que me gusta tanto y escucho tanta es porque me aporta algún tipo de beneficio y equilibrio.

He observado que cuando escucho música, esta me devuelve a lo que estoy pensando o haciendo cuando mi mente tiene tendencia a distraerse con estupideces o una mosca. La música crea una autopista por la que discurre mi pensamiento de una forma lineal, como un foco que ilumina lo importante, como una linea de tiempo, una banda sonora de una película.

Paradójicamente me ayuda a concentrarme, contra más ruidosa y más ruido blanco tenga, mejor. Contra más muro se sonido, mejor. Necesito ese colchón por debajo, unos renglones para escribir recto. Es bien extraño.

Ya en la época de la escuela necesitaba música para estudiar.

Lo comenté con mi médico y dijo que sin saberlo puede que me hubiera estado tratando a través de la música, algo así como un tratamiento, mi pastilla diaria para funcionar.

Y realmente lo siento así de verdad. Un buen día descubrí que al escuchar música dejaba de marearme en el coche, fue mi primera Biodramina, lo descubrí solito, me sentaba bien.

Toda mi familia y amigos, siempre les ha asombrado mi obsesión por la música, para mí es lo normal, no es un problema, me ayuda a descansar, de hecho cuando no puedo dormir escucho música muy ruidosa, Death Metal por ejemplo y me quedo dormido.

La música es mi droga natural, mi cerebro está programado para funcionar con ella, es un fluido grasiento que permite que todo fluya, vaselina.

Supongo que siempre ha sido así desde el origen del hombre  y la música, la costumbre de hacerla y escucharla ha ido más allá de ser un simple gusto, y los humanos que la han traído hasta hoy es porque tiene un sentido evolutivo y una utilidad. Me imagino que no a todo el mundo le beneficia del mismo modo, pero sí ha llegado hasta hoy es porque la necesitamos.

Mi lista del año de lo que he escuchado en Spotify





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