Gracias Sofia.

Ayer vimos la última de Sofia Coppola, On The Rocks, una películita sencilla pero como todas sus pelis, llena de inteligencia, psicología, buen gusto y con un Bill Murray adorable, no os voy a contar gran cosa, es una película tan ligera que mejor que la veáis. 

Por momentos parece una comedia de los 50, por la sencillez de su planteamiento, pero una vez se desarrolla ves que la profundidad de los personajes es otra cosa y es totalmente de hoy.

Pocas veces he visto a alguien que haga retratos tan bien hechos de los hombres como Sofia Coppola, los mira, los observa, los analiza y comprende, los quiere con lo bueno y con lo malo y se compadece de ellos, sin ser mala, los lleva durante todas sus películas hasta sus contradicciones con cariño y eso te hace quererlos a ti. En todas sus películas hace un retrato de los hombres excelente, nos conoce mejor que nosotros mismos. Haría un análisis de todas sus películas pero sería una obviedad, desde los niños de las Virgenes Suicidas que se enamoran de una idea, hasta el patético padre actor de Somewhere, hasta el trasnochado y también actor, de Lost in Translation, capaz de surfear es sus múltiples identidades masculinas. Es un portento ver como entiende el funcionamiento de la masculinidad y como la muestra. Podría decir que es mi directora de cine preferida ahora mismo y con la que aprendo más de esto de ser un tío.

Aquí Bill Murray hace de un galerista ya muy mayor, ligón y galán, inteligente y divertido, un narcisista que al final amas queriendo ser él, pero sabiendo que es un capullo sufridor cuando nadie le ve. Acabas entendiendo que se sabe un gran culpable y que ama a su hija y nunca sabrá como compensar lo capullo que ha sido  y por eso mismo  quiere protegerla de otro hombre que teme que sea como él.  

Es una pequeña maravilla de película que te reconcilia con el hecho de ser hombre de algún modo, sobre todo porque ves que Sofia no está enfadada contigo y a mi eso me produce un gran alivio.

Gracias Sofia.