Smog.

Si fuera cantante me gustaría tener la voz de Bill Callahan. Timbre varonil y frágil a la vez, como la belleza que  tiene el mármol cuando descubres en el una veta que parece que filtre la luz, una grieta. El olor tostado de ir fumando en el coche y que se va marchando por los dos dedos bajados de la ventanilla y nada mas apagar el cigarrillo ya no queda nada. 

El punto débil es donde reside la belleza, porque vemos en ella el rastro de humanidad  y de la finitud de todo. La belleza está intrínsecamente ligada a la desaparición y hay seres humanos tan grandes y poderosos que parecen que nunca van a desaparecer, como cuando eres niño y miras a tu padre y ni te imaginas que un día ese ser sobre natural, desaparecerá. El día que te das cuenta de eso, descubres la belleza. La belleza de la porcelana, de las flores, del papel, del tiempo, del amor, del cristal, la belleza está en todo lo que un día dejará de estar. 

No hay nada mas bonito que saber que un día echarás tanto de menos la calidez de esa voz que te acompaña, del cuerpo que está a tu lado en la cama, no hay nada más precioso juntarte sabiendo que podría no estar porque todo es frágil y por otra parte parece indestructible.

El amor.