Un contenedor de basura llamado tiempo.

 Recuerdo comprarme el primer disco de June of 44 por la portada de cartón al estilo de los grupos del momento, portadas de cartón rústico y estampadas con serigrafía, una idea muy acorde con el sonido de aquel rock que llamaron post, porque representaba que venía después del rock, una etiqueta muy tonta como la mayoría, aunque sirven para entendernos, aunque con eso tampoco hacía falta hacerlo, puesto que era Rock con sus peculiaridades como las debería tener cualquier grupo que no copie.

La cuestión es que al escuchar el disco en casa me sonó a copia total y absoluta de Slint, pero como a veces pasa, la primera canción era una gran canción, el problema es que el resto era bastante mas rollazo, un intento de sonar como Slint, crudo, arty, puro e intelectual, pero como pasa con el arte y ensayo, la mayoría de las veces es una brasa porque se preocupan más en parecer que en ser. 

Hasta en el arte y ensayo hay grupos de una sola canción y estos pobres lo son, mira qué se lo curraron, pero están tan lejos de la pureza y lo original que solo pueden epatar desde el aburrimiento y las rarezas caprichosas. Para colmo, hoy en día no tengo ni el precioso vinilo y lo he vuelto a escuchar en streaming.  

Cuando falleció mi tío en pleno clímax diógenes, hubo que deshacerse de toda mi colección de discos que pemanecían en casa de mis padres. Perdí gran parte de mis cosas bonitas, pero aprendí que al final se pierde todo y apegarse a las cosas físicas tampoco sirve de nada y en la memoria de los casos solo queda una primera canción de un disco en la memori
a que en realidad era una imitación de otro grupo, nada relevante, todo se lo lleva un contenedor de basura llamado tiempo.