Soy como soy.

Después de la resaca de ayer, doble resaca, del artículo del Primavera Sound y de la cena de empresa, si, tengo una pequeña empresa, según como se mire no tan pequeña, porque hacemos proyectos maravillosos, para nosotros al menos, animamos nuestras fantasías, hoy en día es un lujo.

Pero como decía, en ese estado de resaca, entre feliz y medio raro por sentirme excesivamente observado y por saber que soy empresario, puesto que pague la cuenta de la cena, me ha dado por escuchar un grupo que en realidad detesto, Arcade Fire, su primer disco, Funeral, no se porque lo hago porque como decía, no me gustan, pero me entran muy bien, yo creo que en este estado puede que sienta que me quiero morir porque me he convertido en lo que mi familia más detestaba, lo que mis colegas del barrio más detestaban, en un empresario, y la épica de Arcade Fire y el sentimiento de muerte y de funeral van de la mano en mi cabeza, por mucho que sepa que ni soy un empresario, ni la gente esté tan pendiente de lo que hago como me muestran de forma engañosa las redes sociales.

Simplemente soy un artista que se ha visto forzado a hacer las cosas por su cuenta y a que me gusta escribir y expresar mi visión del mundo, nada más.

No es tan épico, no es tan Arcade Fire, no es tanta traición al "Neighborhood" y a los míos, solo es una semilla que germinó y ahora hemos visto el fruto que da. Nada es lo que parece, todo es medio mentira.