Hacer campana cada día del cole.

El otro día pensando en que vino primero a mi vida, si el deseo de libertad o el arte, tengo claro que fue la libertad primero, lo de ser artista es una excusa de pobre, de niño pobre, de crear un personaje con careta para fugarme de este mundo de mierda.

En primera instancia fue con la ilusión de librarme del cole, luego el cole entendí que era el mundo entero. El cole es solo la intro de miedo de un disco heavy, lo heavy de verdad viene luego, pero yo ya había decidido vivir en el alambre.

Luego ya fue cuestión de irlo perfeccionando, me levanto tarde porque soy bohemio, no tengo una vida estable porque soy artista, no tengo hijos porque mi vida es de creador, hago lo que me da la gana porque los artistas son así, yo no trabajo porque me he entregado en cuerpo y alma al arte, he tenido muchas novias porque somos así.

Todo mentiras, todo excusas, yo necesitaba ser libre, pero tampoco por tener la cara dura, sino por tener el cerebro blando, no carburo como los demás, todo me cuesta mucho, y he tenido que sobrevivir.

Por el camino de adaptación a un mundo, que en otro tiempo me habría expulsado o matado, he logrado convertirme en el personaje ese que necesité, el artista.

Pero tampoco lo soy, mi identidad se limita a algo mucho más sencillo, a un chaval que no podía con todo y se adaptó como pudo, al menos fui inteligente.

En mi familia obviamente había precedentes, locos, "outsiders" y gente fuera del sistema, por suerte, salí al lado más sano, el de mi padre y su familia, a pesar de que mi madre hiciera todo lo posible para que me pareciera más a los suyos, por suerte no fue así, ahora estaría ingresado. Aunque por supuesto soy todo un cóctel cargadito de las dos familias.

La libertad vino primero, por suerte en la tienda de disfraces cuando nací ya se podía elegir el disfraz de artista. Me lo puse y me sentó bien, eso creo, no está mal.

Ahora me gusta lo que hago, pero sobre todo lo que me gusta es hacer lo que me da la gana, sentir que ya no he de cumplir con nadie y hacer campana cada día del cole.

Esa sensación me sigue acompañando.